Publicamos «From grandfather to grandson» con su microrrelato

Empezamos a celebrar el cuarto aniversario del lanzamiento de «Anthology of Sadness» publicando «Welcome to the Sorrow» (introducción al disco) y «From grandfather to grandson» con su correspondiente microrrelato que os dejamos a continuación en esta misma noticia. Cada dos semanas se irá publicando un nuevo tema acompañado de un microrrelato, pensado para ser leído mientras escuchamos la pieza en cuestión. El relato también lo encontraréis en la descripción de cada video, pinchando en «Mostrar mas» en Youtube.

From grandfather to grandson

Era una noche desapacible en el bosque. Fria, lluviosa… El viento hacía acto de presencia sacudiendo puntualmente el exceso de agua en las hojas y flores mientras provocaba un ritmo caótico entre golpes, goteos, crujidos…
A pesar de estar aguarecidos en el viejo cobertizo, podían percibir una versión minimizada de lo que acontecía fuera, aunque ellos siempre conseguían transformar el caos en armonía, el frio en calor y el viento en caricias.

Allí, a la luz del fuego de la pequeña hoguera, le contaba viejas batallas de vida. Narraba con emoción los altibajos provocados por la posguerra, que si bien le hizo vivir bajo un halo de tristeza, el hacerse con un mendrugo de pan suponía una inmensa alegria tras horas de espera con su cartilla de racionamiento en mano.
Narró como conoció a su mujer, hoy difunta. Apenas pudo conocer a su joven nieto de 7 años, a quién tomó de las manos con emoción al trasladarle esas palabras en la lumbre, mientras la lluvia arreciaba.

También le regaló unas palabras, no vaya a ser que la muerte se presentara de improviso: «Se bueno, hijo. La maldad es una tentación. A algunos les va bien siendo malos. Pero la bondad es el camino valiente. Sinuoso, a veces empedrado, pero valiente. Hay dos formas de transgredir hijo mio. Con el amor y con el odio. Lleva el amor y el respeto a todos por bandera y nunca tendrás que preocuparte de conciliar el sueño por las noches».
El nieto, que le escuchaba con ternura mientras su abuelo le acariciaba el pelo, le hacía preguntas. A veces le interpelaba al parecerle evidente lo que su abuelo le decia. El pequeño, no tocado aún por la maldad que envuelve nuestra sociedad de la competitividad, daba por sentadas las lecciones de su abuelo. Y es que todo el mundo es un genio hasta que cumple ocho años, decía algún sabio.

Su abuelo lo sabía, si bien su intención fue reforzar esos ideales. Blindarlos ante la avalancha que al pequeño se le venía encima, mientras le miraba a los ojos y rezaba por la integridad moral de su pequeño.

Asi transcurrió la noche. Una noche fría en una cabaña, al calor del fuego y del amor, donde un señor de cara ajada y pelo cano, tenía una transcendental charla con su nieto que de allí saldría dispuesto a poner su granito de arena para cambiar el mundo.

Microrrelato de: Paco Mitos